Comentario
El Descubrimiento y conquista del Perú forma la tercera parte de la Crónica que compuso Pedro Cieza de León, tres partes que no han aparecido juntas hasta la edición dirigida por Carmelo Sáenz de Santa María en 1984. La primera, impresa -con singular éxito- en vida de su autor (Sevilla, 1556); la segunda, a mediados del siglo pasado, y la tercera en 1979 en Roma, en cuya Biblioteca Apostólica Vaticana fue localizada una copia coetánea por Francesca Cantú, que fue su editora.
El Descubrimiento y conquista completaba en el plan del autor su Crónica, que se abría con descripciones geográficas y etnográficas del territorio y sus primitivos habitantes, a las que se añadían las llamadas por el autor Fundaciones de las ciudades hispanas. La segunda parte describía el gran imperio de los Incas; y la tercera se dedicaba al encuentro, no siempre pacífico, hispano-indígena.
Se abre el libro con el descubrimiento de la tierra y los sucesivos avances de Pizarra y su hueste, que coinciden con la guerra civil, que debilita y desarma el poderío incaico, prácticamente anulado al ser preso por los castellanos en Cajamarca el último emperador Atahualpa. Se intercalan episodios que en Perú son fundaciones de ciudades, y en España, diversas gestiones ante el emperador; se interrumpe el proceso con la irrupción de Pedro de Alvarado y sus guatemaltecos, que se incorporan a las tropas almagristas y pizarristas, como tercera fuerza que no siempre fue vínculo de unidad. El último episodio lo forma el asedio a que someten los indios al grupo de castellanos concentrados en el Cuzco: episodio que falta en el manuscrito editado y que se suple con los capítulos correspondientes del cronista Antonio de Herrera, a quien se puede llamar -devoto y fiel- copista de Cieza.